Para aquellas afectaciones que no aparecen a simple vista, se recurre a técnicas más avanzadas de visualización.
Ahí es donde entran los rayos X, o radiografías, que nos entregan una imagen del interior de una parte de nuestro cuerpo, donde se llegan a apreciar con detalle los órganos, huesos y otros tejidos. Estas imágenes son utilizadas por los médicos para realizar diagnósticos oportunos.
Nuestras máquinas de rayos X son reguladas para entregar las mínimas dosis de radiación y que el estudio se realice en un ambiente seguro.